Consejos para la conservar la carne
Hay distintos factores que influyen en el sabor de la carne. Por supuesto, es imprescindible
que elijas un producto de máxima calidad, algo de lo que nos ocupamos en las Viandas de
Julián, seleccionando solo proveedores que la garantizan con sus correspondientes
Certificados de Trazabilidad Alimentaria. También influye la manera en la que la cocinas,
teniendo en cuenta los puntos de cocción adecuados. Pero, no podemos olvidarnos del paso
intermedio, es decir, cómo mantener la carne hasta el momento de su consumo. Como
profesionales carniceros, estamos interesados en que disfrutes del máximo placer en tu
plato, por lo que queremos proporcionarte unos sencillos y prácticos consejos de
conservación de la carne.
¿Cuánto dura la carne en la nevera?
Esta es una pregunta clave, pero que no puede contestarse con una única respuesta. En
principio, la carne es un producto perecedero, cuyo consumo preferente debe producirse
dos o tres días como máximo a partir de la fecha que la has adquirido. Pero no todas las
piezas de carne tienen las mismas características, lo que afecta a su tiempo de conservación:
- La carne picada es la más delicada, la que antes se estropea. Es preferible que la
cocines el mismo día que la compras. Nunca debe superar los dos días de
conservación, salvo que la congeles. - Filetes, entrecots, solomillos, escalopes y similares se mantienen en buenas
condiciones y sin perder cualidades gustativas ni de textura durante tres días,
conservados correctamente. - Las piezas para asar, tipo rabillo, redondo o lomo alto, al ser trozos más grandes,
pueden llegar a aguantar hasta 4-5 días, siempre que no se saquen de la nevera y
estén bien manipulados. - La duración de la carne para guisar depende del formato en el que se adquiere. Si la
compras en una pieza y luego la troceas tú en casa, se conserva como la de asar. Si la
pides troceada, su conservación es de 2-3 días.
¿Cómo guardar la carne en la nevera?
Afortunadamente, hoy todos contamos con excelentes frigoríficos en nuestras casas que
permiten que conservemos los alimentos en perfectas condiciones durante más tiempo.
Pero ¿sabemos cómo sacarles el mayor partido? Porque, sin duda, es esencial que sepamos
el tiempo de consumo de cada tipo de carne, pues esa duración en buenas condiciones solo
es posible si guardamos la carne en la nevera correctamente.
- La temperatura de la nevera debe mantenerse en torno a los 4°C. La carne es un
producto proteico y con un elevado contenido de agua, lo que lo hace propenso a la
contaminación bacteriana. Para evitarlo, es esencial que permanezca a una
temperatura baja y estable. - Hay que evitar el contacto con el aire, origen de las contaminaciones alimentarias y
de la oxidación que cambia el color natural de la carne y su textura, aunque no
implique un riesgo sanitario. Dispones de dos opciones, meter la carne en
recipientes herméticos limpios, preferentemente de cristal. O envolver con film de
plástico transparente, asegurándote de que quede completamente tapada toda la
pieza. No uses papel aluminio porque se puede romper en pequeñas piezas que se
queden adheridas a la carne. - Preparación antes de guardar la carne. Cuando llegues a casa, retira el papel en el
que te han envuelto la carne y seca con un papel absorbente para eliminar los jugos. - Transporte seguro y conservación rápida. Es importante que guardes la carne en el
frigorífico nada más llegar a casa para no romper la cadena de frío tan importante
que garantiza una buena conservación. Incluso, sería recomendable que fueses a la
compra con una bolsa térmica para guardar la carne, sobre todo, en los meses de
más calor o si vas a estar mucho tiempo fuera. - La carne debe conservarse en la parte inferior de la nevera. Los frigoríficos se
organizan en distintas bandejas y en cada zona tienen una temperatura distinta. La
carne hay que guardarla en la parte más fría, que suele ser la inferior. En todo caso,
sigue las indicaciones del fabricante de tu nevera, porque las más modernas tienen
un cajón específico para conservar la carne o llevan unos iconos indicando la
ubicación en la que debe ir cada tipo de alimento. - No colocar la carne cruda al lado de alimentos cocinados, porque se favorece la
transferencia de microorganismos. Tampoco junto a frutas o verduras por los
mismos motivos.
¿Cuánto aguanta la carne en la nevera sin cocinar?
Como hemos señalado, la carne puede conservarse en la nevera perfectamente durante dos
o tres días. Eso sí, en el supuesto de que se rompa el envoltorio o quede expuesta
directamente al aire, debes consumirla inmediatamente. Si compras carne en bandejas
cerradas o al vacío, guíate por las fechas que tenga impresas, siempre que el envase se
mantenga cerrado.
¿Cómo congelar la carne?
Aunque existe cierta leyenda negra en contra de la congelación de las carnes, esta no tiene
por qué perder propiedades, si sigues correctamente el proceso de congelación y, ¡cuidado!,
también el de descongelado:
- Es preferible elegir piezas de excelente calidad y siempre muy frescas, nunca cuando
están a punto de caducar. - Quita los trozos grandes grasa porque tienen más riesgo de ponerse rancias.
- Procura congelar por raciones individuales, piezas de unos 250 gramos.
- La carne picada solo se debe congelar si estás seguro de que es muy fresca.
- Solo se puede volver a congelar la carne si se ha cocinado.
¿Cuánto dura la carne congelada?
Además de tener en cuenta las propiedades de tu congelador, vuelve a ser esencial, para
dar una respuesta eficaz, que se diferencie entre las distintas piezas de carne:
- Las carnes magras, da igual que sean de ternera, pavo, cerdo o pollo, duran
congeladas de 6 a 12 meses. - Las piezas con más contenido graso, como las chuletas, aguantan de 3 a 6 meses.
- Los productos elaborados, como las salchichas o los chorizos frescos, no pueden
estar congelados más de dos meses sin consumir.
Carne descongelada, ¿cuánto dura en la nevera?
El proceso de descongelado de la carne debe hacerse correctamente o pondrás en peligro,
no solo la calidad de la pieza, sino su salubridad. Hay que descongelarla lentamente y de
manera natural. Es decir, pasa la pieza del congelador al frigorífico 24 horas antes de
consumirla. Evita hacerlo a temperatura ambiente, sobre todo en épocas de calor, porque
podría estropearse y nunca la poses sobre una fuente de calor, como el radiador.
Respecto al consumo de la carne descongelada, es preferible hacerlo en ese mismo día,
porque se deteriora más fácilmente. Como mucho, podrías dejarla un día más en la nevera.