La longaniza madrileña es protagonista allá donde se presente, ofrece multitud de opciones de cocción, y en gran cantidad de platos. Se reconoce por ser un alimento jugoso y sabroso que gusta todo el mundo.

Nuestra longaniza es un embutido fresco, que se elabora con carne magra de cerdo en su mayor porcentaje, y panceta, papada o tocino; esta picada de carnes se condimenta con especias, y se embute en tripa de cordero natural. Esta espectacular combinación es la responsable del sabor de nuestra longaniza madrileña.

Para degustarlas, se pueden comer solas, por ejemplo, a la plancha, frita o barbacoa. Y también pueden resultar el ingrediente diferencial en muchos tipos de platos como arroces o pastas.

Cuando la vayamos a cocinar, es recomendable previamente orear la longaniza al menos media hora antes, de esta forma apreciamos mejor los sabores y matices de la carne. Si conserva entre 0 y 5 grados, se puede consumir antes de 7 días, para periodos superiores recomendamos su congelación.