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1 solomillo ibérico por persona si son pequeños o 1 solomillo grande para dos personas
2 cebollas
pimienta
ajo molido en especie
2 botecitos de trufa por solomillo
1/2 vaso de coñac
100gr de bacon normal en taquitos (por solomillo)
1 vaso de vino blanco (manzanilla)
1 vaso de Pedro Ximénez u Oporto
1 cucharada de azúcar moreno
1/2 vaso de vinagre
Preparación:
Le pedimos a nuestro carnicero que nos limpie bien los solomillos de grasa y telillas y que nos los abra en abanico.
Salpimentamos el solomillo
Cortamos la trufa en rodajas finas y la pasamos por la sartén, con un chorrito pequeño de aceite y flambeamos con el coñac.
Repartimos toda la trufa por la ranura del solomillo y repartimos también los taquitos de bacon por todo, después atamos el solomillo bien para que no se salga nada.
Echamos en una cazuela aceite y lo sellamos por todos los lados. Reservamos.
Añadimos la cebolla cortada en juliana y bastante ajo en especie y lo rehogamos todo hasta que se ablande.
Después añadimos el vino blanco y el Oporto o Pedro Ximénez, dejando que se evapore el alcohol y tapamos para que se vaya haciendo. Añadimos después el solomillo y lo dejamos cocer todo junto. El tiempo variará dependiendo de la olla o cazuela. En olla rápida, unos 25 minutos. En una cazuela normal, lo vais viendo pinchando la carne.
Cuando esté hecho, lo sacamos y echamos una cucharada de azúcar moreno y el medio vaso de vinagre y dejamos reducir hasta que se caramelice la cebolla.
Mientras, quitamos el hilo al solomillo y cortamos el solomillo en rodajas y lo emplatamos con la cebolla caramelizada.
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